Análisis de frases de Frida

¡Buen día seguidores!

        “Quise ahogar mis penas en licor, pero las condenadas aprendieron a nadar”.

         “Doctor si me deja tomar este tequila le prometo no beber en mi funeral”.

En estas dos frases, veo una Frida irónica, que juega con su dolor, sus adicciones, hasta creo que intenta parecer graciosa, pero no engaña a nadie, no por lo menos a mí…

    “Lo único de bueno que tengo es que ya voy empezando a acostumbrarme a sufrir…”

     “Árbol de la esperanza, mantente firme”.

     “El dolor no es parte de la vida, se puede convertir en la vida misma”.

     “Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior”.

    “Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú”.

 En cambio acá, reconoce su realidad, e intenta aceptarla, sin otro remedio que haciéndolo público, gritando a los cuatro vientos que no es la vida que eligió, es la vida que le tocó, y hace lo que puede….

 No está contenta, está resignada…

Creo que todos que hacemos lo que podemos con nuestras vidas, nuestras miserias, nuestras alegrías.

  

    “Cada (tic-tac) es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir. Que cada uno resuelva como pueda”.

 En esta frase encuentro la búsqueda de convencerse que  estaba haciendo lo correcto….jaja...¿busca la aprobación?

       “Donde no puedas amar, no te demores”.

       “¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: Yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida”.

      “Aunque haya dicho “te quiero” a muchos y haya tenido citas y besado a otros, en el fondo sólo te he amado a ti…”

     “Y tú bien sabes que el atractivo sexual en las mujeres se acaba voladamente, y después no les queda más lo que tengan en su cabezota para poderse defender en esta cochina vida del carajo”.

      “Como siempre, cuando me alejo de ti, me llevo en las entrañas tu mundo y tu vida, y de eso es de lo que no puedo recuperarme”.

      “Quizá esperen oír de mí lamentos de ‘lo mucho que se sufre’ viviendo con un hombre como Diego. Pero yo no creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr”.

Y por último, las contradicciones. Por un lado, gritaba su amor y por el otro lo lamentaba,  estaba feliz de lo que lo toco vivir  y se enoja de su cruel realidad amorosa, sin dejar de justificar sus infidelidades compensándolas con las de Diego.

                                                             El interior de la casa Azul