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lunes, 11 de diciembre de 2017

¡Buen día seguidores!

¡Última entrega del año! Estaré paseando, por ese motivo altero la fecha de publicación, pero no el tema que nos entretuvo todo este tiempo: Frida.


                     Cuatro habitantes de la Ciudad de México -1938

Este cuadro, es el único de su colección que tiene sombras. Este detalle intenta hacer ver que las figuras se acerquen más entre sí.
Aparece un Judas, representando al macho mexicano (dicen los rumores que mostraría a Rivera, grandote y con overol), junto a él una mujer precolombina embarazada. Entre ellos, una pequeña niña vestida de tehuana, un esqueleto de arcilla identificando a la muerte y un hombre de paja a lomos de un burro. Todo sucede en una plaza cercana a la Casa Azul. Y, en consecuencia, Frida dijo:

"La plaza está vacía, porque demasiada revolución ha dejado a México vacío".

Según investigué, la plaza a que hace referencia es la plaza de Los Coyotes, en Coyoacán, que actualmente luce muy concurrida y tuve el placer de visitarla.





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Y termino el año, con una de las tantas obras de Frida donde refleja amor incondicional por Diego, y alguna de sus declaraciones de amor, con mezcla de obsesión, resentimiento y reclamos.




                              Autorretrato como tehuana - 1943
                                           (Diego en mis pensamientos)


 “Siento que desde nuestro lugar de origen hemos estado juntos, que somos de la misma materia, de las mismas ondas, que llevamos dentro el mismo sentido”.
  “Jamás en toda la vida, olvidaré tu presencia. Me acogiste destrozada y me devolviste íntegra, entera”.
  Siento que te quise siempre, desde que naciste, y antes, cuando te concibieron. Y a veces siento que me naciste a mí”.
 “Quisiera darte todo lo que nunca hubieras tenido, y ni así sabrías la maravilla que es poder quererte”.
 “Te quiero… gracias porque vives, porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima y porque dijiste con tu voz y tus ojos lo que yo esperaba toda mi vida”.
 “Vivo cada día con la esperanza de verte regresar… y cada noche sabiendo que no estás”.
 “No dejes que le dé sed al árbol que tanto te ama, que atesoró tu semilla, que cristalizó tu vida a las seis de la mañana. No dejes que le dé sed al árbol del que eres sol”.

 “Como siempre, cuando me alejo de ti, tomo dentro de mí tu mundo y tu vida, y así es como puedo sostenerme por más tiempo”.

“Dame ilusión, esperanza, ganas de vivir y no me olvides”.
“Te amo más que a mi propia piel”.

 “Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Sólo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mí.

                          “Te amo sin pensar…Y es que el pensar me haría odiarte”.



Hasta el año próximo. Gracias a todos mis seguidores por incentivarme, por leerme, por creerme... Es un placer compartir con ustedes este blog. Si no es con Frida será con otra inspiración, pero no dejaré de transmitirle en estas páginas mis sensaciones maravillosas.










sábado, 25 de noviembre de 2017

¡Buen día seguidores!

Hoy 25 de noviembre y el tema del día será dividido entre ésta y la entrega del mes próximo: la relación de Frida con su Tierra.

Llegamos a la conclusión que Frida jugó con su fecha de nacimiento en honor a su Patria, y así decidía haber nacido el mismo día que se revolucionó México, el 10 de julio de 1910.

Siempre fue y se sintió muy mexicana. Durante toda su vida, no perdió la oportunidad de dejar reflejado en sus pinturas su visión hacia su México natal.



                                                             
El autobús – 1929

Este cuadro deja ver claramente las diferentes clases sociales que se manejaban por ese entonces, mezcladas en un autobús. La señora ama de casa humilde yendo de compras con su canasta de mimbre, el obrero luciendo el overol azul típico de la época, una mujer indígena con su bebé en brazos, un niño distraído con el paisaje, un hombre bien vestido representando al “señor bien” y la última dama, casi con seguridad, apostando a que es la misma Frida. Se tienen ciertos indicios que ésta es la representación del viaje cuando se produjo el trágico accidente en 1925. La bolsa de polvo dorado que lleva el hombre en sus manos sería el oro que bañó completamente a Frida luego del impacto.

                        Dos desnudos en un bosque - 1939

 En esta pintura se tejen varias teorías basadas en distintos razonamientos.

Si observamos a las dos mujeres, una es morena y la otra luce piel blanca. Eso significa que Frida quiso representar sus orígenes y las dos figuras son ella indígena, con todo el paisaje y el entorno a su favor y ella europea, resignada a un mundo que no pertenece.

Por otro lado, como fue un obsequio para su amiga íntima Dolores del Río, no faltó la especulación de sostener que es la representación de ellas dos haciendo alarde de su bisexualidad.


                               Autorretrato en la frontera entre México y los Estados Unidos – 1932

(En el pedestal se lee "Carmen Rivera pintó su retrato el año de 1932"; Carmen era el nombre de bautismo de Frida.)

Para explicar este cuadro, hay que hacer un poco de historia.
       
Luego de la destitución de José Vasconcelos como ministro de cultura, el trabajo de los artistas mexicanos disminuye considerablemente.
El matrimonio Rivera –Kahlo, ante la falta de trabajo y las persecuciones políticas deciden mudarse a los Estados Unidos y llegan a San Francisco en 1930.

Frida experimenta sentimientos encontrados: ¨El gringuerío no me cae del todo bien¨, le escribe a una amiga, ¨son gente muy sosa y todos tienen cara de bizcochos crudos¨. 


En 1932, inmersa en esta situación, realiza este óleo donde Frida posa erguida y elegante, situada entremedio de dos realidades completamente diferentes. 

El paisaje de México está dominado por la naturaleza: las flores, las plantas, el sol y la luna, las ruinas de un templo precolombino, dos ídolos de la fertilidad y una calavera en el medio representando el ciclo vital. Todo color, vida …

El de Estados Unidos, intenta justamente mostrar todo lo contrario. Se destaca la industria, las fábricas con su humo contaminante, los rascacielos, los artefactos eléctricos, las máquinas. Todo es gris, un mundo oscuro…

¨La High-Society de aquí me saca de quicio y me sublevan esos tipos ricos, pues he visto a miles de personas en la peor de las miserias, sin lo mínimo para comer y sin un lugar dónde dormir, eso es lo que más me ha impresionado; es espantoso ver a estos ricos que celebran fiestas de día y de noche mientras miles y miles de personas mueren de hambre…   Aún, cuando me interesa mucho todo el progreso industrial y mecánico de USA encuentro que los americanos carecen de toda sensibilidad y sentido del decoro¨.
                                                                                                                   
                                                                                                                               Frida Kahlo







miércoles, 25 de octubre de 2017


Hoy 25 de octubre, nos encontramos nuevamente, luego de una pausa de varios meses.

Así como el año pasado, recibí un regalo alusivo a Frida, pero éste venía con una consigna: debía retomar el blog. Me encantó el obsequio y el mensaje ya que proviene de una seguidora fiel y con buenas intenciones. ¡Aquí estoy Toly! Gracias por tu empuje.




La mayoría de las veces estamos recordando frases pertenecientes a Frida, acusaciones abiertas hacia un hombre que amó profundamente y dicho amor no fue correspondido de la manera que ella hubiera querido.

No es mi intención justificarlo, pero creo que nunca le mintió a Frida; su esencia estuvo clara desde el primer momento, cuando se besaban apasionadamente debajo del andamio armado en el edificio de Educación, no ocultaba su desfachatez y arrebato. La inteligencia y sagacidad de Frida era un factor indispensable de seducción. Diego habría dicho en varias oportunidades que lo irritaban sólo dos cosas: la pérdida de tiempo en el trabajo y la estupidez. Frida aseguró que: “En muchas ocasiones había dicho que preferiría tener muchos enemigos inteligentes que amigos tontos”.

Frida no era ni estúpida, ni tonta, por lo tanto, encajaba perfectamente dentro de sus pretensiones.

Se hicieron mucho daño, pero paradójicamente la pasaban muy bien juntos… 

Diego acusaba a Frida de ser demasiado realista y no volar más con los sueños y la imaginación, mientras que Frida se quejaba de su falta de sentimentalismo. El romanticismo no era un sentimiento que Diego practicara.

Hombre duro, partícipe activo del partido comunista, delegado de la Liga Mexicana de campesinos, secretario general de la Liga Antiimperialista y editor de El Libertador.
Ella lo acompañó fervientemente en la política, motivo por el cual la aparición del amor por Frida era cuestión de tiempo…

Carta a Diego Rivera – 23 de julio de 1935.

[…]   cierta carta que vi de casualidad en cierto saco de cierto señor, y que procedía de cierta damisela de la lejana y pinche Alemania, y que me imagino que debe ser la dama que Willi Valentiner tuvo a bien mandar aquí a vacilar con intenciones científicas, artísticas y arqueológicas me dio mucho coraje y a decir verdad celos… […]
Creo que lo que pasa es que soy un poco bruta y un tanto cuanto zorrilla, pues todas  estas cosas han pasado y se han repetido durante siete años que vivimos juntos y todas las rabias que he hecho no me han llevado sino a comprender mejor que  te quiero más que a mi propia piel, y que aunque tú no me quieres de igual manera, de todos modos algo me quieres, no? O si no es cierto, siempre me quedará la esperanza de que sea así, y con eso me conformo…

Quiereme tantito. Te adoro
Frida


           Frida no fue víctima, Frida fue cómplice de su amor.


(Material extraído: FRIDA. Una biografía de Frida Kahlo – Hayden Herrera
                              Frida Kahlo – Gerry Souter )


sábado, 25 de marzo de 2017

Frida -Retablo (1943)



¡Buen día seguidores!
Hace un año exactamente, decidí dedicarle a Frida una entrada especial todos los 25 del mes. Asimismo, cuando se acerca la fecha, pienso que será la última, que ya no encontraré material apropiado, y es ahí donde surgen ideas, datos interesantes, que despiertan mis ganas de seguir hablando sobre ella.



Y continuamos con las coincidencias de fechas. El terrible accidente que sufre Frida cuando el tranvía choca ferozmente el camión-bus donde iba ella junto con su novio Alejandro Gómez Arias sucedió el 17 de septiembre de 1925. 
Si nos inmiscuimos en la historia de México, sabemos que un 16 de septiembre de 1810 celebraban la independencia mexicana de España.



….el país se declaraba LIBRE, mientras Frida, 115 años después, se sometía a la tortura de sus corsés, el dolor y el sufrimiento, para siempre…


                                                     “Retablo” de 1943 – Frida Kahlo

Frida lo recordó así:

    A poco de subir al camión empezó el choque. Antes habíamos tomado otro camión, pero a mí se me perdió una sombrillita, y nos bajamos a buscarla; fue así que subimos a aquel camión que me destrozó. El accidente ocurrió en una esquina, frente al mercado de San  Lucas, exactamente enfrente. El tranvía marchaba con lentitud, pero nuestro camionero era un joven my nervioso. El tranvía, al dar la vuelta, arrastró al camión contra la pared.
   Yo era una muchachita inteligente, pero poco práctica, pese a la libertad que había conquistado. Quizá por eso no medí la situación ni intuí la clase de heridas que tenía. En lo primero que pensé fue en un balero de bonitos colores que compré ese día y que llevaba conmigo. Intenté buscarlo, creyendo que todo aquello no tendría mayores consecuencias.
 Mentiras que uno se da cuenta del choque, mentiras que se llora. En mí no hubo lágrimas. El choque nos botó hacia adelante y a mí el pasamanos me atravesó como la espada a un toro. Un hombre me vio con una tremenda hemorragia, me cargó y me puso en una mesa de billar hasta que me recogió la Cruz Roja.

Alejandro lo describió de la siguiente manera:
    
             El tren eléctrico, de dos vagones,  se acercó lentamente al camión y le pegó a la mitad, empujándolo despacio. El camión poseía una extraña elasticidad. Se  curvó más y más, pero por el momento no se deshizo. Era un camión con largas bancas a ambos lados. Recuerdo que por un instante mis rodillas tocaron las de la persona sentada frente de mí; yo estaba junto a Frida.
Cuando el camión alcanzó su punto de máxima flexibilidad, reventó en miles de pedazos y el tranvía siguió adelante. Atropelló a mucha gente.
Yo me quedé debajo del tren, Frida no. Sin embargo una de las barras de hierro del tren, el pasamanos, se rompió y atravesó a Frida de un lado a otro a la altura de la pelvis. En cuanto fui capaz de levantarme, salí de abajo del tren. No sufrí lesión alguna, sólo contusiones. Naturalmente lo primero que hice fue buscar a Frida.
Algo extraño pasó. Frida estaba completamente desnuda. El choque desató su ropa. Alguien del camión, probablemente un pintor, llevaba un paquete de oro en polvo que se rompió, cubriendo el cuerpo ensangrentado de Frida. En cuanto la vio la gente,  gritó: “¡La bailarina, la bailarina!”. Por el oro sobre su cuerpo rojo y sangriento, pensaba que era una bailarina.
La levanté, en ese entonces era un muchacho fuerte, y horrorizado me di cuenta que tenía un pedazo de fierro en el cuerpo. Un hombre dijo: “¡Hay que sacarlo!” Apoyó su rodilla en el cuerpo de Frida y anunció: “Vamos a sacarlo”. Cuando la jaló, Frida gritó tan fuerte, que no se escuchó la sirena de la ambulancia de la Cruz Roja, cuando ésta llegó. Antes de que apareciera, levanté a Frida y la acosté en el aparador de un billar. Me quité el saco y la tapé con él. Pensé que iba a morir. Dos o tres persona, si fallecieron en el escenario del accidente y otras, después.
Llegó la ambulancia y la llevó al hospital de la cruz Roja, que en esa época se encontraba sobre la calle de san Jerónimo, a unas cuadras de donde ocurrió el accidente. La condición de Frida era tan grave, que los médicos no creyeron poder salvarla. Pensaban que iba a morir sobre la mesa de operaciones.
Ahí operaron a Frida por primera vez. Durante el primer mes no se supo con seguridad si iba a vivir.

Creo que en este caso, sobran los comentarios, saquen sus propias conclusiones…

          -Material extraído del libro: FRIDA. Una biografía de Frida Kahlo – Hayden Herrera-



sábado, 25 de febrero de 2017

Casa Azul y Barrio San Ängel



¡Buen día seguidores!

Uno suele guardar en su memoria fechas que luego, no tienen  ninguna relevancia en tu vida. Algunas,  tal vez porque las asocia con hechos personales - como por ejemplo, la batalla de Maipú, acontecida el 5 de abril de 1818, nunca olvidaré ese dato ya que ese es el día de mi cumpleaños. Pero otras, permanecen porque sí. Una de esas que nunca olvidé, no sé porqué, es el día del nacimiento del Gral. José de San Martín: 25 de febrero de 1778.


Y un 25 de febrero de 2016 creaba el blog. ¡Sí, cumple su primer año!. Se sumaron a la lista de seguidores 37 países, 5400 visitas y un placer enorme que esto haya resultado así.


Hoy tengo que lucirme por la fecha, por la exigencia de mis seguidores que esperan cada vez más, no quisiera que malinterpreten el vocablo empleado, pero no los defraudaré….espero.



La historia de Frida la escribieron muchos. Los datos se ratifican continuamente, algunos no coinciden entre sí, pero en general representan su historia. Es cierto, que a veces, nos quedamos con frases armadas, y están bastante alejadas de la realidad.



Uno visita la Casa Azul, y al llegar a los jardines, foto imperdible, ésta, junto a la descripción: 
                                          “Frida y Diego vivieron en esta casa 1929-1954”.

Los que leimos y nos sumergimos en su vida, sabemos que este período fue muchas veces interrumpido.



Frida se casa con Diego en 1929 y permanecen en la casa hasta 1932, fecha que emprenden viaje rumbo a Estados Unidos. Hasta fines de 1933 residen allí, y cuando regresan a México, se instalan en el barrio San Ángel, en la esquina de las Palmas y Altavista, en las casas gemelas  que Diego mandó a construir. Eran un par de cubos al mejor estilo de la Bauhaus. 


El que vemos en la siguiente fotografía era el perteneciente a Diego, actualmente es un museo donde exhiben obras de ambos. El otro, de color azul y más pequeño, pertenecía a Frida pero lamentablemente fue demolido. 



De esta manera mantenían independencia cuando así lo requerían. Frida quería volver a su México, Diego extrañaba su vida en Nueva York:



Por esas épocas, Frida le escribe a una amiga:

[…] él cree que yo tengo la culpa de todo lo que le pasa por haberlo hecho venir a México[…] que esto es la causa que esté como está…


Mantienen una vida juntos pero separados. Cada uno hace de las suyas. Mientras Diego se entretiene con cuanta mujer se le cruza, Frida no perdía su tiempo entre amoríos como damas y caballeros. Se hacían daño, ambos eran conscientes pero no podían manejarlo. 



En 1934, Diego empieza a pintar a su hermana Cristina, y pasa lo inevitable: mantienen un romance que destroza anímicamente a Frida. A pesar que son descubiertos, dicha relación perduró un tiempo. Esto sí que para Frida fue un dolor insoportable. Eran las dos personas que más admiraba, juntas, la habían engañado.



En 1935, a pesar que su salud estaba bastante deteriorada, decide emprender un  viaje a Nueva York con sus amigas Anita Brenner y Mary Schiapiro. Destila veneno, está furiosa. Es recibida por sus antiguos conocidas Lucienne Bloch y Bertram y Ella Wolfe, quienes convencen a Frida que seguía enamorada de Diego.



Frida entonces, escribe la siguiente carta:

"Por qué seré tan mula y rejega de no entender que las cartas, los líos con enaguas, las profesoras de…inglés, las modelos gitanas, las ayudantes de “buena voluntad”, las discípulas interesadas en el “arte de pintar” y las enviadas plenipotenciarias de lejanos lugares, significan únicamente vaciladas y que en el fondo tú y yo nos queremos harto, y así pasemos aventuras sinnúmero, cuartea-duras de puertas, mentadas de madre y reclamaciones internacionales, siempre nos querremos”.

Sin embargo, Frida siguió con sus andanzas. Los romances femeninos de Frida no le molestaban a Diego, mientras que los masculinos sí, no le hacían ninguna gracia. Tuvo relaciones con el muralista mexicano Ignacio Aguirre y el escultor Isamu Nogushi. Éste último se enamoró perdidamente de Frida. Diego había dicho en alguna oportunidad que si la encontraba con algún hombre éste moriría de un balazo.

Un día , en la Casa Azul, Diego entra cuando Frida e Isamu están juntos en el dormitorio. Isamu escucha ruidos y rápidamente escapa, pero olvida una media en medio de la habitación. Tiempo despúes, estando Frida internada, Isamu la visita  en el hospital, y Diego, sin miramientos, apoya su Colt sobre la cama e indica: “una bala de esta arma tiene tu nombre”. Isamu desapareció al instante y no se supo más nada de él.



En 1939 Frida decide divorciarse. Sin embargo, al año volvieron a casarse y vivieron juntos por etapas.



Ya ven, las fechas pueden resultar un poquito mentirosas, pero no permiten que se pierda la esencia de su vida, de su alma , de su historia.



Voy a usar una palabra que mi nieta Maia repite usualmente: me encanta descubrir cada día algo más sobre Frida, y me encanta contarlo…